La Tierra de la Libertad
El próximo 3 de Noviembre se cumplen 30 años del regreso a la democracia en Guatemala luego de 31 años de gobierno militares. De ahí en adelante, la antigua capital de la unión centroamericana ha celebrado 8 elecciones generales en las que el electorado reiteradamente ha rechazado al oficialismo. Ningún partido ha llegado más de una vez al poder en Guatemala y en adición a esto, la esperanza de vida de los mismos es de alrededor de 10 años hasta su desaparición.
Para este certamen, se esperaba fuera distinto pues el Partido Patriota del Presidente Otto Perez Molina, si bien estuvo en segundo lugar en las encuestas durante los 3 años, parecía que en una segunda vuelta recibiría el apoyo de los demás partidos con tal de impedir que Manuel Baldizon de Libertad Democrática Renovada (LIDER) muy cuestionado por la procedencia de su financiamiento, se alzara con la Presidencia. Pero en política, aunque de manera educada se pueden hacer pronósticos, no hay nada inevitable, solo se sabe lo que pasó ayer.
Se dice que una persona o muere siendo héroe o vive lo suficiente para volverse el villano. Esta frase le aplica perfectamente al General Otto Perez Molina quien en 1993 ante el intento de autogolpe del entonces Presidente Jorge Serrano Elías, lideró a los oficiales que salvaron la joven institucionalidad de ese país. Dicha hazaña, le valió los más altos reconocimientos y sirvieron como plataforma para su eventual ascenso al poder en 2011 como un héroe reformador y moderno. Cuatro años más tarde, lo vemos como villano renunciante, enjuiciado y arrestado por su aparente participación en fraude aduanero junto a quien fue su Vicepresidenta, Roxana Baldetti.
Esto fue posible debido a una combinación de activismo ciudadano constante, la labor de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y un Ministerio Publico independiente. Lo primero, inicialmente con manifestaciones de solo 30 personas, eventualmente creció hasta congregar más de 100 mil almas en plaza pública pidiendo la renuncia del gobierno. Lo segundo, con participación internacional, sirvió para descubrir los actos de corrupción que llevaba a cabo el ya caído gobierno. Y lo tercero, se encargó de perseguir dichos actos de manera independiente. Fórmula infalible que ya muchos en la región buscan repetir en sus respectivos países.
Es importante resaltar que estos no han sido los primeros juicios a funcionarios públicos en Guatemala. Ya se han llevado a cabo en el pasado pero siempre como circo político por parte del gobernante de turno quien se presentaba como el “hombre serio” o “salvador” que castigaría personalmente a los corruptos.
Pero no se trata de Mesías tropicales. La clave está en instituciones que funcionen y una ciudadanía activa que muestre a quienes aspiran dirigirlos que deben rendir cuentas y que deberán responder por cualquier indelicadeza.
Hubo quienes quisieron posponer las elecciones celebradas el domingo 6 de Septiembre alegando que no había condiciones y muchos de sus argumentos tenían puntos válidos. Por ejemplo, se pedía la suspensión del candidato Manuel Baldizon cuyo gasto de campaña excedió en más de un millón de dólares el tope establecido por el Tribunal Supremo Electoral (TSE). Suspensión que por vaguedad en la Ley Electoral y de Partidos Políticos no pudo aplicarse. Pero lo que no pudo hacer el TSE, lo hizo la ciudadanía al votar en contra de Baldizon y contrario a las encuestas, relegarlo a un tercer lugar sin pase a la segunda vuelta que todo indica será entre el ex comediante Jimmy Morales y la ex Primera Dama, Sandra Torres pendiente del conteo total de votos.
Tuve la oportunidad de participar como observador en la elección representando al Centro de Análisis para Políticas Públicas (CAPP) y la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia y vi un pueblo digno y comprometido con sacar su país adelante. Entendiendo que aunque quizá las opciones electorales no eran las mejores, es de ellos mismos que depende asegurar la pulcritud de los gobernantes que no son más que empleados del pueblo. Definitivamente, la tierra del Quetzal, durante los últimos meses se ha vuelto la tierra de la libertad.
Jatzel Román
Miembro del CAPP