Chile a las urnas
Las elecciones municipales de este domingo 23 serán el preludio de la carrera presidencial en el país austral. Sin embargo, la desaprobación a la política y problemas en el padrón electoral auguran una baja participación.
Por: Benjamín Lagos
Director de Alianzas
Fundación Soñando Chile
Este domingo 23 de octubre, como cada cuatro años, los chilenos acudirán a las urnas a elegir 345 alcaldes y 2.240 concejales. Elección que pese a su carácter local anticipará, en algún modo, la contienda presidencial que tendrá lugar en noviembre de 2017. Pero en Chile -donde el voto es voluntario- la percepción negativa de la actividad política, dominante en los estudios de opinión, augura una participación de electores inferior al 43% de los últimos comicios municipales de 2012.
LA POLÍTICA EN ENTREDICHO
La bajísima evaluación ciudadana de las instituciones políticas parte por la Presidenta Michelle Bachelet y su Gobierno de signo socialista, que tienen niveles de rechazo superiores al 70%. Las reformas tributaria y laboral, que aumentan el impuesto a la renta del capital y rigidizan la contratación, se han señalado como causas de la sostenida baja de la inversión, del empleo y del crecimiento del PIB, que para 2016 se cifra en 1,5% a 2% por el Banco Mundial y el FMI. El descontento popular asimismo recae sobre polémicos proyectos de ley en discusión, como el de la legalización del aborto.
Por su parte, el Congreso y los partidos políticos obtienen una desaprobación aún peor, cercana al 90%, al estar involucrados parlamentarios de todo el espectro político en casos de financiamiento ilegal -vía evasión tributaria- de campañas electorales. Como reacción a dichos escándalos, entró en vigor un nuevo marco legal mucho más restrictivo con la propaganda electoral, que, al limitar el acceso del público a la información sobre los candidatos, elevará aún más la abstención para el próximo domingo.
A lo anterior, se suma un problema inédito en la reciente democracia chilena. El Registro Civil (que lleva la información sobre nacimientos, defunciones y otros datos personales) cambió de domicilio por un error informático a 467 mil inscritos en el padrón. Una agria polémica entre ese organismo y el Servicio Electoral, el ente supervisor de los comicios, culminó con el envío por parte del Gobierno de un proyecto de ley para que los afectados puedan votar a su arbitrio en su antiguo o su nuevo domicilio. Al día de hoy martes 18 aún se tramitaba el proyecto, muy criticado por la oposición por el cuestionamiento que supondría a la fe pública del proceso electoral, al permitirse un voto doble, pese a las sanciones penales que acarrea. Lo anterior representaría un quiebre en la historia electoral chilena, singular en América Latina por su limpieza desde la reapertura de los registros electorales en 1987, en el proceso de transición a la democracia.
LAS PROYECCIONES
Más allá de estas dificultades, la campaña electoral atraviesa sus días finales. Los analistas prevén una lucha más estrecha entre las dos principales coaliciones -la oficialista Nueva Mayoría (izquierda) y la opositora Chile Vamos (derecha)- que en los comicios anteriores, en que la primera ganó 168 alcaldías contra 127 de la segunda.
La oposición actual apuesta por recuperar las importantes comunas de Santiago, Providencia y Maipú -todas en el área metropolitana de la capital- y mantener otras muy populosas como Valparaíso. De darse ese escenario, ya tendrá una sensación de triunfo, más allá del cómputo total.
El resultado en votos y en alcaldes y concejales obtenidos será decisivo para las expectativas de los partidos de cara a las presidenciales. En 2008 la histórica victoria de la derecha en alcaldes fue preludio del triunfo de Sebastián Piñera en 2010, y hace cuatro años otro tanto ocurrió con la izquierda y la posterior reelección de Bachelet en 2013. Hoy a primera vista el ex Presidente Piñera lidera los sondeos, pero con números más bajos que hace ocho años y en un escenario mucho más volátil, que le impediría atribuirse con total claridad un triunfo de su coalición este domingo. Menos aún podrían obtener réditos electorales los posibles precandidatos de la Nueva Mayoría, entre ellos el ex Presidente Ricardo Lagos, con cifras todavía más desfavorables en las encuestas.
Así las cosas, las elecciones municipales representarán para Chile no solo un apronte para las presidenciales sino que una prueba para la democracia misma. Los chilenos tienen la palabra.