Serbia y la Unión Europea
A pesar de ser un pequeño país, con un territorio de 88 361 km² situado en el suroeste de Europa (Balcanes), Serbia ha tenido una historia turbulenta marcada por guerras y conflictos. Muchos de esos escenarios han tenido como la partida la región de los Balcanes: La Batalla de Kosovo de 1389; La Guerra de los Balcanes de 1912 y 1913; Primera Guerra Mundial; Guerra de Bosnia; Bombardeo de la OTAN a antigua Yugoslavia de 1999. Por algo, Sir. Winston Churchill decía que los Balcanes tienen la tendencia de producir mas historia de la que pueden consumir. Sin embargo, ese turbulento pasado está atrás, y Serbia se está concentrando en construir su camino hacia la Unión Europea (UE), camino que para nada será fácil de realizar.
En el 2009 Serbia ha presentado la solicitud de ingresar a la Unión Europea, y tres años más tarde se le concedió el estatuto como el candidato oficial. A partir de ese momento, Serbia se ha visto obligada a normalizar sus relaciones con Kosovo, ( región considerada como la cuna de patrimonio serbio, que logró su independencia unilateral el 17 de marzo del 2008) para poder empezar las negociaciones de adhesión a la Unión Europea. Finalmente, en el 2014 Serbia empieza sus negociaciones con la Unión Europea, y esto se debe gracias al Primer Ministro serbio Aleksandar Vucic, quien desde su llegada al poder estaba abogando por ingresar a la Unión Europea, y con una serie de reformas realizadas se ha ganado la confianza y el respeto de la burocracia europea. Sin embargo, no lo tendrá nada fácil, ya que el escenario político de serbia está dividido en dos corrientes: por un lado los políticos que siguen las instrucciones desde Moscú, y por otro lado aquellos que prefieren escuchar lo que mandan a decir desde Bruselas. Esto se debe a que históricamente Serbia mantiene estrechas relaciones con Rusia, y ambas naciones son eslavas, y comparten la misma religión: cristianos ortodoxos. Igualmente, Serbia pertenece a Europa, comparte sus valores, y por su naturaleza es normal que forme parte del bloque europeo. Aleksandar Vucic muchas veces ha dicho: «respetamos nuestro histórico aliado Rusia, pero nuestro futuro está en Europa, y para ese futuro vamos a luchar, sin que nuestra relación con Rusia se vea perjudicada». Este discurso del líder del Partido Progresista Serbio dividió la población: una parte que rechaza la Unión Europea, ya que consideran que no se van a beneficiar, y también porque en los bombardeos de la OTAN de 1999, la UE fue unos de los agresores. Otra parte de la población apoya la política europea que su Primer Ministro lleva. Este apoyo se ve mejor reflejado en la ultimas elecciones parlamentarias anticipadas, donde el Partido Progresista de Serbia ha obtenido el 48,25% de los votos, y cuyo líder Aleksandar Vucic luego de tres meses de espera, finalmente ha formado el Gobierno. Su victoria significa también un alivio para la Unión Europea, quienes para nada estarían de acuerdo si en Serbia hubiese llegado al poder algún euroescéptico.
Durante las negociaciones de adhesión que han empezado en 2014, se han abierto cuatro capítulos, y los dos mas importantes que son el 23 (justicia y derechos fundamentales), y el 24 (justicia, libertad y seguridad) se han a abierto a penas el pasado 18 de julio. Esto consiste en que, Serbia debe alinear todas sus instituciones y el funcionamiento del sistema de la misma manera como funciona en toda la Unión Europea. El futuro de Serbia en la Unión Europa, no depende solamente de estas negociaciones. El factor clave, que muchos los saben, pero pocos se atreven a decir, es la situación con Kosovo. Y es que, como ultimo requisito para ingresar a la Unión Europea, el Bruselas le puede pedir a Serbia el reconocimiento de Kosovo, el punto con el cual ni Aleksandar Vucic esta de acuerdo, y se opone enérgicamente como todos los políticos de Serbia. Si la Unión Europea llega utilizar a Kosovo como la llave para que Serbia pueda ingresar a la Unión Europea, seria una política de doble moral por parte de Bruselas, ya que en actualidad existen cinco miembros de la Unión Europea que no reconocen la independencia unilateral de Kosovo: España, Eslovaquia, Chipre, Rumanía y Grecia.
Se especula que Serbia podría ingresar a la Unión Europea para el 2020, pero existen muchas dudas sobre esto. En el plano general, la Unión Europea está ante un gran reto luego de BREXIT, y sus intereses no están ahora mismo concentrados en la política de ampliacion, sino, en la política de restauración.